Iglesia de San Vicente
Localidad: Frías
Una parroquia para un pueblo
Situada junto al cortado rocoso, y al otro extremo de la ciudad y de la torre del homenaje. De pórtico románico, hoy trasladado al Museo de Claustros de Nueva York, y con tres retablos: el del Cristo de las Tentaciones (barroco), el de la Soledad y el Mayor (neoclásicos). Admirable es la capilla de la Visitación, resguardada por exquisita reja de forja y con un retablo del siglo XVI del pintor Juan de Borgoña y dos sepulcros de ornamentación plateresca.
En la iglesia existe una amplia colección de imaginería religiosa del siglo XVII, sillería barroca, un órgano, así como importantes pinturas religiosas.
Es la iglesia que más resalta de las que tuvo la ciudad. Ubicada en un extremo del cortado rocoso, de su primitiva construcción románica solo quedan algunos restos, ya que tras la caída de su torre en 1.906 se levantó una nueva.
La traza primitiva fue románica, pero ha llegado hasta nosotros con una extraña mezcla de estilos. Pero primero veamos cómo era antiguamente.
La antigua torre tuvo un carácter defensivo ya que era complemento defensivo del castillo. La iglesia actual es el resultado de un conjunto de reformas. De su primitiva construcción románica solo quedan algunos restos, ya que tras la caída de su torre en 1.906 se levantó una nueva.
La antigua torre era de planta cuadrada, ligeramente apiramidada, pesada y con remate cónico que hacía de tejado. El cuerpo inferior apenas tenía vanos y en cada lienzo se abría una tronera, bajo el alero una serie de almenas recordaban su función defensiva. En el lienzo sur se situaba un reloj, que ahora se encentra en un cubo del castillo. Por una bóveda de nervios de la base, podría decirse que la torre fue construida en la Baja Edad Media.
Esta renovación fue parcialmente satisfecha con el dinero resultante de la venta de la portada románica al Museo de Claustros de Nueva York.
En 1906 se desploma la torre llevándose la nave lateral izquierda, parte de la central, pórtico de entrada y un rosetón gótico.
Junto a la plaza del obispo López de Mendoza hay un arco plateresco (XVI), hecho por los mismos arquitectos de las capillas de la Visitación. En el extremo opuesto hay restos de otro. Hubo una serie de ellos, todos iguales, que sostenían un pórtico que cubría toda la parte baja del hastial. Un banco corrido pegado al muro servía de descanso. Antiguamente era éste un lugar de concejos abiertos cuando no existía casa de concejos, y más antiguamente lugar de juicios. En 1836 (19 de enero) fue arruinado totalmente y para proteger la portada se construyó un pequeño pórtico cuadrado.
En el siglo XIV y XVI se añaden dos capillas a la nave principal, la del Santo Cristo de las Tentaciones y la de la Visítación. En el interior se pueden admirar retablos, altares, sepulcros, pinturas, así como una amplia colección de imaginería religiosa.
Actualmente la Iglesia se caracteriza por una combinación de estilos muy diversos, de la que sobresale el barroco. La renovación con mayor impacto estético se realizó a primeros del siglo XX, convirtiéndose en un conjunto de estilos muy personales del renovador, un arquitecto burgalés, de nombre J. Calleja.
INTERIOR
Retablo Mayor: Sobre un gran sagrario destaca la imagen del diácono San Vicente, flanqueado por las figuras de San José y San Sebastián, patrono secundario de la ciudad. Los tres se hallan encuadrados en columnas corintias. La parte superior consta de un complicado entablamento y sobré él un pequeño cuerpo barroco con la figura de la Virgen. Permanece sin dorar.
Retablo de Nuestra Señora de la Soledad: La composición del retablo sigue esquemas muy semejantes al del altar mayor. Se talló en 1797 en madera de pino con unas dimensiones de 36 por 19 pies. Todo ello de orden corintio. En lo alto puede apreciarse el bajorrelieve de la Trinidad. Al otro extremo, debajo, se libró un hueco para colocar la urna de una curiosa imagen articulada de Cristo, que se saca en los días de Semana Santa. La imagen de la Soledad fue tallada en Madrid y colocada con gran solemnidad y participación de los vecinos.
Capilla del Santo Cristo de las Tentaciones. La Capilla del Santo Cristo de las Tentaciones fue mandada construir, posiblemente, por don Pedro Fernández de Frías, Gran Cardenal de España. En 1379 había ordenado levantar a sus expensas una capilla en esta iglesia, con dotación de una misa diaria.
La nervadura gótica sencilla que la cubre podría muy bien corresponder a finales del siglo XIV. El retablo barroco fue tallado en 1749, con una profusa decoración que lo cubre, dejando únicamente espacio para una ventana en lo alto y un nicho debajo para el Cristo, flanqueado por María y San Juan.
Capilla de la Visitación: Es, en el aspecto artístico, la parte más interesante de la iglesia. Esta capilla fue fundada por el matrimonio allí sepultado, formado por los judeoconversos, Juan Sánchez de Ochandiano y Assua y su mujer Juana Sánchez de Medina.
La fundación tuvo lugar poco antes de su muerte. El 17 de mayo de 1490 el papa Inocencio VII aprobaba la fundación de misas “en la capilla de la Iglesia de San Vicente en el lugar de Frías, diócesis de Burgos, titulada de la Visitación de la Virgen que levantaron Juan Sánchez de la Ursa y su mujer Juana Sánchez”.
El edificio actual fue contruido, sin embargo , por don Clemente López de Frías , hijo de los fundadores y deán de Sigüenza, para que sirviera de reposo a sus padres. Comenzada en 1517, sería concluida dos años después.
Un magnifico ejemplo de la dualidad gótico-renacentista, tan típica de la arquitectura burgalesa de principios del siglo XVI. Posiblemente se trata de uno de los mejores ejemplos de arquitectura plateresca de la provincia de Burgos. Sin duda se sirvieron de alguno de los grandes artífices que por entonces trabajaban en la catedral de Sigüenza.
Las pinturas del retablo son realizadas por Juan de Borgoña, aunque sin acertar a explicarse la causa de la estancia de un pintor tan valioso en nuestra ciudad. Se piensa que fue a la par de la creación del retablo en la iglesia de Nuestra Señora de los Huertos de Sigüenza por Juan de Borgoña, don Clemente López de Frías encargó a dicho autor la creación del retablo en la capilla de la visitación de Frías.
El retablo consta de de banco, con el escudo del deán, dos cuerpos y tres calles, todos separados por balaustes y frisos. Dos grandes pilastras cajeadas, con rosáceas en su interior, flanquean el conjunto. El compartimento central representa la Visitación y los laterales a un donante asistido por San Andrés y una donante con San Francisco. La Anunciación ocupa la parte superior a cuyos lados están el Papa San Clemente y Santa Catalina.
Son de notar los fondos verde-azules así como la importancia que aún concede Juan de Borgoña a los fondos de oro. Su paralelismo con los modelos de la sala capitular de la catedral de Toledo y el monasterio de San Juan de la Penitencia de la misma cuidad, son grandes. Habría que fechar este retablo hacia 1520.
Otros detalles del templo, como el órgano (Recientemente has sido recuperado un magnífico órgano por los talleres L. Magaz, construido en 1720.), la pila bautismal, el coro y las vidrieras
Fotos al tamaño original
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