- Localidad: Frías
Un lugar para visitar
El río Molinar rasga con su curso los Montes Obarenes y después de abrirse paso a través de un desfiladero adornado de vegetación se precipita hacia el Ebro, entre Tobera y Frías, por unos rápidos aprovechados desde el siglo XIII para mover molinos, batanes, pisones y demás artilugios hidráulicos.
Estos molinos surtían de papel a las acreditadas prensas burgalesas del siglo dieciséis. Todavía hoy, a la salida de la garganta y encima de Tobera, ruge la turbina de lo que debe de ser una fábrica de luz.
En el primer tramo camina lentamente pero llegado a Tobera se precipita bruscamente lo que propicio la construcción de industrias harineras. Después, el perfil del cauce es más encajonado, con suficiente desnivel y caudal como para levantar un rosario de molinos hasta la desembocadura.
Es un tramo de enfilada belleza, que tiene su culmen en la Hoz de Tobera, donde se concentran el humilladero del Cristo, la ermita de Nuestra Señora aupada al cobijo de las rocas, una hermosa puentecilla que vuela el río con un solo arco, y muy cerca la bellísima cascada en que se precipitan las aguas del río. El paso del puente muestra un tramo de la calzada romana que comunicaba Briviesca con Orduña y los puertos del Norte.
Cabe destacar un corto paseo para contemplar el río Molinar. Partiendo del centro de Tobera, remontaremos el curso del río por la derecha. En el camino, la sucesión de saltos de agua es constante.
Sus orillas, entre Tobera y Frías, se adornan de frutales y huertas cultivadas con mimo.
Paseo del río Molinar
Con un recorrido de 1.00o metros y durante 25 minutos se puede recorrer un hermoso paseo bordeando el río Molinar a sus paso por Tobera. El visitante se sorprenderá de la belleza del paseo y de las vistas que se pueden lograr desde los miradores del paseo.
Saltos de agua pronunciados y puentea que nos acercan a la garganta del río a su paso por el pueblo de Tobera.
El Puente Romano sobre el río Molinar
El río Molinar ha tallado su rivera lamiendo con lengua de plata la toba de los Montes Obarenes. La escorrentía de este río ya era contemplada con sumo gusto por los patricios que expandieron el espíritu de Roma por esta esquina del imperio. El puente romano que cruza en Tobera el río Molinar es herencia de aquella época de comunicaciones terrestres.
Fotos al tamaño original
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