• Localidad: Frías
  • Fecha: 26 de Agosto

Llegó la fiesta al barrio y se fue la tranquilidad que tanto le ha caracterizado durante todo el año. Todo empieza la víspera, el día 25 de Agosto, con la “puesta a punto” de todo lo necesario para que el día de San Vitores sea lo que siempre ha sido: un gran día de fiesta para todos. La Organización y voluntarios se encargan de montar el escenario, enramar el pórtico de la Iglesia y de la fuente, colgar los banderines, bombillas y los “míticos” carteles de bienvenida al barrio,... En fin, atar todos los cabos para que todo esté listo para el día siguiente.

La fiesta comienza a la mañana, cuando los gaiterillos despiertan al barrio con alegría con unos PASACALLES, comenzando el recorrido en el Crucero, desde donde bajan hasta la calle San Vitores, trazándola casi en su totalidad para llegar a las “Eras”. De allí se dirigen a Vadillo para regresar a la Iglesia, donde instantes después comenzará la misa en honor al Santo.

En la Iglesia de San Vitores es donde se da el acto religioso del día, haciendo una misa en honor a San Vitores. Es en este instante cuando se nota la sencillez y la falta de espacio de la Iglesia, donde es difícil encontrar un sitio para escuchar la homilía.

Es a la salida de misa cuando llega uno de los momentos álgidos del día: un APERITIVO para todos los presentes (compuesto de chorizo, queso, aceitunas, y buen vino), amenizado con los BAILABLES con que nos deleitan los gaiterillos.

Poco dura el aperitivo, pero siempre nos queda el Bar Pepel’s con unos deliciosos pinchos a la hora del vermú. Poco a poco nos vamos retirando a comer (unos más contentos que otros) para saciar el poco hambre que nos ha quedado. Y a descansar unos (nos queda un día muy largo) y a echar la partida otros (los del ya internacional CAMPEONATO DE MUS DE SAN VITORES.

A la tarde llega el que es sin duda el momento más carismático del día: la famosa SARDINADA y CHOCOLATADA en las “Eras”. A eso de las 7, personajes del bario y de todo tipo de lugares se agolpan tras los caballetes a la espera de recibir una buena dosis de chocolate (para los “peques” y no tan “peques”) o de sardinillas asadas, gracias al buen hacer de la Organización y de las mujeres del barrio de San Vitores. Todo ello bien acompañado de unos cuantos porrones de vino (eso que no falte). Un momento bonito donde se reúnen, alrededor de un mismo plato, cuadrillas de amigos o familias. Mientras tanto, la orquesta va “calentando motores” para el baile que hay antes de ir a cenar, a eso de las 9.

Y es a las 12 de la noche cuando la gente disfruta de la fiesta con la verbena,  por alguna txozna que anima.

Felices Fiestas San Vitores!!