La madrugada del 30 al 31 de enero pasado va a ser difícil de olvidar para centenares de vecinos y propietarios de Las Merindades que veían en peligro sus posesiones. La Confederación Hidrográfica del Ebro advirtió en la tarde del viernes que el río Nela en Trespaderne iba a alcanzar «un máximo de 450 metros cúbicos por segundo a primeras horas del sábado», pero llegó los 782 a las ocho de la mañana. Los controles de caudal no dieron voz de alarma alguna. Ante la mayores inundaciones de las últimas décadas vividas en Las Merindades, sus alcaldes se han unido para reclamar a la Confederación Hidrográfica del Ebro que realice un estudio de las acciones que podrían ayudar a «minimizar los efectos de las crecidas». Quieren que se les escuche y se les reciba «cuanto antes».
Alcaldes y ediles de catorce municipios de la comarca de distinto signo político se reunieron ayer en Medina con la vista puesta en conseguir medios para restaurar todas las zonas dañadas lo antes posible, pero también con el fin de tratar de evitar que lo sucedido se repita. «Nos quejamos de la desinformación que tuvimos en la noche del 31 de enero, en que acudíamos a los pueblos ante los avisos de los vecinos mientras los ríos crecían por segundos. Nos tenía que haber avisado la CHE y no los vecinos. Lamentamos que los vecinos tuvieran que socorrerse entre ellos cuando ya entraba el agua en casa durante la noche», relató el alcalde medinés, José Antonio López Marañón.
Por ello, la la comitiva formada por los regidores de Medina, Frías, Trespaderne y Montija, solicitará al presidente de la CHE, Xavier de Pedro que de «una explicación sobre la falta de información a los ayuntamientos sobre las previsiones de la crecida» y que «establezca un protocolo de actuación e información que permitan organizar con la suficiente antelación la protección de viviendas y locales, desalojo, evacuación, avisos sobre el estado de las carreteras, etc». Y es que la crecida de los ríos de la comarca conllevó evacuación de personas en localidades, como Frías y podría haber sido una catástrofe de haber estado ocupados los campings de esta localidad y Trespaderne. Asimismo, localidades del Valle de Manzanedo, como Manzanedillo, Cidad de Ebro y Vallejo quedaron incomunicadas por la crecida del Ebro.
Cauces
Los alcaldes reunidos firmaron un escrito que se remitirá a la CHEy en el que reclaman también la coordinación entre administraciones para permitir la limpieza de los cauces. Los regidores se quejan de que «la inmensa mayoría de las solicitudes son desestimadas» y, en su opinión, «el estado de las riberas de los ríos no ayuda en este tipo de situaciones».
Al presidente de la CHE también se le presentará una evaluación de los daños y se le pedirá «un esfuerzo importante para restaurar todos los terrenos que han salido dañados, porque la crecida se ha llevado escolleras y zonas de ribera que los ayuntamientos muy difícilmente podrán restaurar», como señaló López Marañón. En algunas zonas, las más altas, es preciso esperar a que se vaya la nieve para valorar correctamente los daños. El Consorcio de Compensación de Daños ya ha recibido más de 300 peticiones de la comarca.
A.C. / Medina de Pomar - viernes, 20 de febrero de 2015