Los socialistas ceden Frías, Trespaderne y Miranda y las distancias se abren aún más en Valle de Tobalina, Villarcayo y Medina de Pomar. Si ha habido efecto Garoña, beneficia al PP

 

Las movilizaciones de los ecologistas no se han trasladado al deseo expresado en las urnas.

El anuncio del cierre de la central nuclear de Santa María de Garoña podría haber hecho daño al PSOE en su cosecha electoral de 2008. Medir el impacto positivo que haya tenido es sencillamente imposible porque el descalabro en las urnas ha devuelto al PSOE al 78. Pero para analizar cuál ha sido la reacción de las poblaciones de referencia en el entorno de la central basta con cruzar los datos del 2008 con los obtenidos el domingo para ver que allí se ha producido una debacle electoral socialista que es aun mayor que la media de la provincia.
Así, mientras que en toda la demarcación de Burgos el resultado se redondea señalando que el PP ha doblado en votos al PSOE, en el área de influencia de la central ese desequilibrio se palpa llegando a poner al PP por delante por primera vez en Miranda, cediendo el empate técnico de Frías y ampliando el margen del PP hasta llegar a triplicar los apoyos recibidos en otros municipios.
En el año 2008 el PSOE ganó por un voto en Frías (76 contra 75). La ciudad norteña es una de las localidades donde los movimientos antinucleares se han dejado sentir con más fuerza, pero en esta ocasión el PP ha logrado una mayoría que no pasa tanto por haber recogido apoyos como por que el PSOE los ha cedido. El PP obtuvo 79 sufragios (tres más que en 2008), pero el PSOE perdió 29 para quedarse con 47.
Otra localidad en la que han sonado voces antinucleares con cierta recurrencia es Trespaderne. El PSOE ganó allí las elecciones en 2008 obteniendo 348 votos por los 306 del PP. El domingo se produjo, al igual que en Frías, un rechazo a renovar el voto con el PSOE, que se quedó en 190 apoyos por los 304 de los ‘populares’. Parece obvio que el cierre no ha logrado movilizar a los afines a la idea. O al menos no ha logrado que ese segmento de votantes crezca.
Con todo, quizás el resultado más doloroso para el PSOE en toda la provincia sea el de Miranda de Ebro, ciudad en la que reside una parte importante de los trabajadores de la central y de las empresas subcontratadas por Nuclenor y en la que siempre ganaba el PSOE las elecciones cualquiera que fuera su fin. Hasta el domingo. Allí el PSOE obtuvo 11.591 votos en 2008 que han menguado hasta los 7.808 en 2011. El PP, por contra, pasa de 8.090 a 8.536 votantes y se erige como fuerza más votada.

Se amplía

Eso es lo que ha ocurrido en los municipios que se proclamaron socialistas en las últimas constituyentes. Pero en los que se dijeron ‘populares’ las diferencias han crecido de forma tan sensible que llegan a triplicar el apoyo otorgado al Partido de Rajoy. Es el caso del Valle de Tobalina, que aglutina a las poblaciones más próximas a la central. En 2008 ya ganó el PP por 373 votos frente a 204, pero este domingo la brecha se abrió dejando al PSOE con 121 por los 360 del PP.
Todavía más cuantiosa es la sangría socialista en Medina de Pomar y Villarcayo. En Medina los socialistas pasan de 1.082 votos a 668, mientras que el PP crece de 2.009 a 2.101. Por último, en Villarcayo el PP se mantiene (1.431 votos en 2008 y 1.428 en 2001) mientras que el PSOE cede más de 300 apoyos pasando de 894 votos en 2008 a los 577 que logró el domingo.
La conclusión es que el PP o bien se mantiene o bien crece en todo el entorno de la central, mientras que el PSOE pierde voto sin excepción. Cabría preguntarse dónde se ha ido el voto socialista allí donde los ‘populares’ ganan sin crecer, y la respuesta, salvo excepciones, es que parece haberse quedado en casa puesto que IU ha experimentado crecimientos (no en todos los ayuntamientos mencionados) pero no llegan a cubrir la pérdida de votos del PSOE. Si ha habido efectos Garoña, lo que es claro es que no ha servido a los intereses electorales del PSOE.

Fuente de la noticia: 
EFE
Á. M./ Burgos