Fernando García, artista vasco afincado en Quintanaseca (Frías) desde hace diez años, expone hasta el día 15 en la Casa de Cultura de Frías una colección de sus últimas piezas de artesanía decorativa, en las que ha dado un salto de lo tradicional al diseño más novedoso. Pero eso sí, sus trabajos mantienen las señas de identidad habituales del autor: maderas de más de cien años recuperadas a las que les da un nuevo uso.
Son piezas únicas hechas para perdurar, para pasar de generación en generación. García está en todos los detalles, hasta la cera que utiliza para el acabado procede de panales de abeja de la zona. En sus trabajos, recrea su ecosistema natural para ofrecérselo al cliente con mimo. En ese sentido se considera «el artista ecologista». Sus obras poseen un valor especial y buscan diferenciar los ambientes.
Para quienes quieran objetos con personalidad, el taller de Fernando García es el sitio ideal. Este centro de trabajo, situado en el núcleo de Quintanaseca, lleva el nombre de Artatxori (gorrión en euskera). En el entorno rural, el destino natural de las viejas maderas son las hogueras o el olvido, pero Fernando García las libra de ese final. Habla con gentes y con constructores del entorno para que le faciliten o le vendan muebles viejos, herrajes y tarimas; maderas sobre todo de roble, olmo y nogal, la mayoría centenarias. Él las lleva a su taller y allí les dedica horas y horas para concederles una nueva vida. En la exposición que ha instalado en la Casa de Cultura de Frías se pueden ver lámparas, relojes, mesas, espejos, percheros, portafotos y ventanas.
toda una filosofía. Aunque son tiempos de crisis, siempre hay compradores que saben valorar las piezas únicas y la filosofía que hay detrás del artesano. El destino de sus trabajos son viviendas, casas rurales y locales que buscan diferenciarse. Las ferias siguen siendo el gran escaparate. Este viernes, Fernando García estará presente en un evento organizado en Puentedey y en otro previsto para el sábado y domingo, en Villarcayo. Ambos están promovidos por la Asociación Artesanos de Merindades, de la que él es presidente. «Asociarse es fundamental para tener visibilidad y llegar más lejos», afirma. El artista de Quintanaseca también tiene presencia en internet con web propia y perfil en Facebook.